Esta “fiesta” es un proyecto el resultado del cual responde a una voluntad y a una necesidad propias de revisión. Un mapeado que Zësar Bahamonte (Dos Hermanas, Sevilla, 1986) ha llevado a cabo para dar luz a lo que él es como artista y como individuo. Un ejercicio cenital y revelador en el que se han rescatado personas, autores, acontecimientos y lugares. La energía con la que ha venido desarrollando su labor artística.
“Fin de fiesta” se ha organizado en base a dos encuentros extraordinarios -el primero en Sevilla y el segundo en Madrid- para los cuales no todo el mundo ha sido invitado. Los espacios elegidos simbolizan dos escenarios distintos de la propia historia del artista: la torre Radiópolis, un espacio particular y emblemático junto al Guadalquivir; y La Causa, un proyecto dedicado a artistas emergentes en pleno barrio de Malasaña. El primero es un lugar conectado con sus orígenes, su gente, sus maneras de proceder en espacios recuperados de la ciudad. El segundo representa la visibilidad de su profesionalización como artista. Dos caminos indisociables. En ambos espacios, ocho piezas aparecen como el atrezzo ideal para las bailaoras y los músicos que han co-protagonizado de su propia vida. Un homenaje. Una “pintura viva” modificada por el percutir de la fiesta y que se exhibe con todos sus registros. No, la fiesta no ha ni siquiera empezado, y el fin de fiesta se anticipa como regenerador. Esto es una exposición que celebra y una celebración que exhibe.
El acto generoso de un artista que, más que terminar nada, pretende cerrar un período, un momento, un periplo que le ha llevado hasta aquí. Algo que debe ocurrir pero no sin antes disfrutar del proceso en un ritual compartido. Esto es un hasta luego.”
Texto por Jordi Pallarés
SOBRE ZESAR BAHAMONTE
Zësar Bahomonte nació en Sevilla, España, donde creció dibujando comics y pintando graffiti hasta que orientó sus estudios hacia el arte visual. Al terminar sus estudios, se fue de Sevilla para familiarizarse con Sudamérica, donde se sentía cómodo dedicando tiempo a crear y perfeccionar su propio estilo, estética y concepto. Con su trabajo, Zësar confía en la forma y el color como los pilares de su personalidad y pensamiento, retratando así a "las personas que hacen y dejan hacer”.
Zësar reproduce la belleza de las relaciones humanas, en el amor, en la creación y en la amistad, y las entiende como el hecho que nos acerca a nuestra naturaleza humana y nos ayuda a escapar de este mundo cada vez más frívolo y virtual. Acompañado de paletas de colores vibrantes y armónicas, combinadas con formas libres, sinuosas e ingrávidas,
Zësar comprende y se relaciona con el contexto de sus paredes y con lo que quiere comunicar en sus murales. En los últimos años ha repartido murales en gran parte de América del Sur y Europa, incluyendo lugares destacados como Sao Paulo, Ciudad de México, Barcelona, Lisboa, Buenos Aires, Bogotá, Jerusalem, Amsterdam o París.
