Las obras hablan del Sur como una emoción o una sensación y no tanto como una situación geográfica. Habla de días un poco más largos, de flores y olores de casa y del sonido de las chicharras con el calor. Cuando has crecido con ello, no puedes evitar mezclar muchos colores en la paleta, no puedes quedarte con un par de tonos poco saturados.

“Hoy es martes, y toca hacer la maleta. Siempre viajo en martes porque me gusta la sensación de viajar cuando no viajan los turistas de fin de semana. Y yo no voy de vacaciones, vuelvo a casa. Vuelo Ginebra - Madrid EZS1419, el mismo de siempre. Voy sentada al lado de la ventanilla, tratando de adivinar por dónde vamos. Como cuando cogíamos el coche, y papá conducía de Madrid a Asturias. Debía ser el año 90 y pico y aunque habíamos hecho ese viaje muchísimas veces, me gustaba ir siguiendo cada etapa del camino. Debemos llevar poco más de una hora y media de viaje y el comandante nos avisa en francés con un acento gracioso que pronto aterrizaremos. Y es en ese momento cuando empiezo a ver por la ventanilla toda mi paleta de color. Veo los campos amarillos y marrones y el cielo es azul, violeta y rojo. Todo parece más cierto ahora.”

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Natalia Vico

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